Síndrome de sobrecrecimiento bacteriano

El síndrome de sobrecrecimiento bacteriano o SIBO es un trastorno clínico en el que los síntomas y / o alteraciones de las pruebas de laboratorio se atribuyen a cambios en el número o en la composición de las bacterias del intestino delgado de un paciente.
Es un término sobre el que hay información creciente y se le relaciona con una gran variedad de problemas tanto digestivo como no digestivos. Su definición, sin embargo, sigue siendo controvertida y la prevalencia real, en consecuencia, poco conocida.

Otro de los problemas es que no se dispone de pruebas universalmente aceptadas para el diagnóstico del síndrome de crecimiento bacteriano.

-Teóricamente la mejor prueba es obtener un aspirado del intestino delgado y hacer un cultivo, pero esto puede ser muy complicado. La aspiración duodenal requiere técnicas invasivas, como la endoscopia , para coger muestras del intestino delgado. Además, es vital que la muestra se adquiera sin contaminación de la flora bucal, ya que el endoscopio pasa por la boca.

-El uso del test del aliento tiene inconvenientes. En primer lugar nunca se validó por completo en comparación con el cultivo de aspirados del intestino delgado. Además hay poca consistencia en su realización e interpretación. Algunos estudios prefieren la glucosa como sustrato, otros lactulosa. También existen grandes discrepancias en los umbrales para definir un resultado positivo de la prueba. Esto hace que no sean muy fiables para hacer el diagnóstico.

La revista de la Asociación Americana de Gastroenterología publica una actualización sobre el tema escrita por tres expertos en la materia, los doctores Eamonn Quigley del Houston Methodist Hospital and Weill Cornell Medical College, Houston, Texas, el doctor Joseph A. Murray de la Mayo Clinic, Rochester, Minnesota y el doctor Mark Pimentel del Hospital Cedars-Sinai, Los Angeles, California.
El resumen es el siguiente:

1: La definición de SIBO carece de precisión; es un término que se aplica generalmente a un trastorno clínico en el que los síntomas, signos clínicos y / o anomalías de laboratorio se atribuyen a cambios en el número o la composición de la población bacteriana en el intestino delgado.

2: Los síntomas incluyen hinchazón, diarrea y dolor o malestar abdominal. La esteatorrea (expulsión de heces con grasa)  puede aparecer en los casos más graves.

3: No hay pruebas suficientes para respaldar el uso de marcadores inflamatorios, como la calprotectina fecal, para detectar el SIBO.

4: Los hallazgos de laboratorio pueden incluir folato elevado y, con menos frecuencia, deficiencia de vitamina B-12 u otras deficiencias nutricionales.

5: Un impedimento importante para definir con precisión el SIBO es nuestra comprensión limitada de las poblaciones microbianas del intestino delgado normal; todavía es poco lo que se sabe sobre las bacterias intestinales.

6: Sigue existiendo controversia sobre el papel de SIBO en la aparición de los trastornos funcionales digestivos como el síndrome de intestino irritable.

7: El tratamiento debe centrarse en la identificación y corrección (cuando sea posible) de las causas subyacentes, la corrección de las deficiencias nutricionales y la administración de antibióticos. Esto es especialmente importante para pacientes con mala digestión y malabsorción importantes.

8: Aunque se ha demostrado que el síndrome del intestino irritable responde en algunos casos al tratamiento con un antibiótico usado para la malabsorción (la rifaximina) , el papel del SIBO o de su tratamiento en dicha esta respuesta precisa una mayor confirmación en futuros ensayos controlados aleatorios.

9: Existe aún poco conocimiento científico para guiar al médico en el desarrollo de estrategias antibióticas para SIBO. La terapia sigue siendo, en su mayor parte, empírica, pero siempre se deben tener en cuenta los riesgos potenciales del tratamiento con antibióticos de amplio espectro a largo plazo.

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