La verdad sobre el omeprazol

Pocos medicamentos hay más utilizados que el omeprazol. Su consumo no deja de crecer año tras año según la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios.

Y sin embargo es un gran desconocido y muchas veces se utiliza mal. La gente (incluyendo muchos médicos) lo suelen llamar “protector gástrico”. Esto puede llevar a la idea equivocada de que es un medicamento que crea una especie de cubierta dentro del estómago. Pero en realidad este fármaco no funciona así. El omeprazol es un inhibidor de la bomba de protones, es decir no protege el estómago porque forme una capa protectora sino que lo protege porque bloquea la bomba de protones y de esta forma disminuye la producción de ácido.

Fórmula omeprazol

Medicamentos similares al omeprazol. El omeprazol fue el primero de un grupo de medicamentos, los inhibidores de la bomba de protones o IBP (PPI en inglés). En España se comercializan cinco inhibidores de la bomba de protones:

  • Omeprazol
  • Lansoprazol
  • Rabeprazol
  • Pantoprazol
  • Esomepazol

Derivan todos del omeprazol y el mecanismo de acción es similar.

¿Cómo funciona el omeprazol? Los IBP son fármacos inhibidores de la bomba de protones. El ácido clorhídrico se produce en unas células que hay en el estómago, las células parietales. El ácido se produce cuando determinados estímulos (ver u oler la comida o simplemente pensar en ella, por ejemplo) actúan sobre unos receptores (una especie de llaves) que tienen las células parietales en su superficie. Hay tres tipos de receptores: de gastrina, de histamina y de acetilcolina. Una vez activados estos receptores se transmite un estímulo al interior de la célula parietal para que la auténtica fábrica de ácido, la llamada bomba de protones, se ponga a trabajar, produzca ácido y lo suelte en el interior del estómago. El omeprazol es un inhibidor específico de la bomba de protones ATPasaH+/K+ de la célula parietal gástrica, por lo que va a impedir la producción de ácido gástrico inducida tanto por acetilcolina, como por gastrina o histamina. Hasta hace unos años solamente existía la posibilidad de neutralizar el ácido una vez que ya se había fabricado con los llamados antiácidos, como el Almax®. Después se desarrollaron medicamentos como la ranitidina (Zantac®) que bloqueaban algunos de los receptores de la superficie, concretamente los de histamina, con lo que se obtenía un bloqueo parcial de la producción de ácido. El omeprazol supuso una auténtica revolución, porque iba al origen de la producción de ácido, la bomba de protones y conseguía un bloqueo mucho mayor. Supuso un cambio radical en la calidad de vida de muchos pacientes

Parietal cell

 

 Cómo se toma el omeprazol. Por su mecanismo de acción tanto el omeprazol como los demás IBP se deben tomar media hora antes de la primera comida del día, que generalmente es el desayuno. Si por alguna razón es necesaria una segunda dosis ésta se tomará media hora antes de la cena. No se deben tomar después de las comidas porque su efecto será mucho menor. Viene en varias presentaciones, generalmente cápsulas pero también en comprimidos. Las cápsulas no se deben abrir y los comprimidos no deben machacarse ni masticarse, hay que tomarlos enteros con agua.

Cuándo hay que tomar el omeprazol. Hay varias indicaciones para el uso de estos medicamentos:

-La prevención de las úlceras gástricas y duodenales en pacientes de riesgo tratados con AINEs (antiinflamatorios no esteroides como el ibuprofeno)

El síndrome de Zollinger Ellison

-La enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), la esofagitis péptica y el esófago de Barrett

-El tratamiento de la úlcera gástrica y duodenal asociada a Helicobacter pylori, en el que se usa combinado con antibióticos

Cuándo no hay que tomar omeprazol. No es necesario tomar omeprazol para “proteger el estómago” por el simple hecho de que “se tomen muchos medicamentos”. La inmensa mayoría de los medicamentos no producen lesiones en el estómago, gastritis ni úlceras. El efecto de malestar abdominal producido en ocasiones por las medicinas está relacionado con el origen químico de los fármacos, al fin y al cabo sustancias extrañas a nuestro organismo y no se alivia con el omeprazol. Tampoco el uso del omeprazol previene la diarrea ocasionada a veces por la toma de antibióticos. Los únicos medicamentos que pueden producir úlceras, gastritis y duodenitis son el ácido acetilsalicílico (Aspirina®, Adiro®…) y los AINES o antiinflamatorios no esteroideos (diclofenaco, ibuprefeno… como el Voltarén® o el Dalsy®).

Uso en el embarazo o durante la lactancia. Los IBP están considerados como con factor C de riesgo durante el embarazo. Esto quiere decir que no se puede descartar que haya riesgo para el feto. Aunque no hay estudios controlados en mujeres, pueden usarse únicamente si los beneficios potenciales justifican el riego potencial para el feto. Además los IBP se excretan a través de la leche materna.

Drug_ratings_in_pregnancy

Efectos secundarios del omeprazol.  Aunque ha habido gran controversia en los medios de comunicación sobre los posibles efectos secundarios, los IBP son en general medicamentos muy seguros. Consulte con su médico su caso particular si tiene dudas. En el siguiente enlace tiene más información

Nombres comerciales del omeprazol. Existen varios en España:Arapride®, Audazol®, Aulcer®, Belmazol®, Ceprandal®, Dolintol®, Elgam®, Emeproton®, Gastrimut®, Losec®, Miol®, Novek®, Nuclosina®, Omapren®, Ompranyt®, Parizac®, Pepticum®, Prysma®, Ulceral®, Ulcesep®, Zimor®.

Existen también formas genéricas de omeprazol.

 

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