El síndrome de intestino irritable o colon irritable es una enfermedad crónica que produce un efecto negativo considerable en la calidad de vida de los pacientes. A fecha de hoy no existe un tratamiento efectivo, por lo que cualquier nueva terapia es esperada con ansiedad tanto por pacientes como por médicos. El colon es el hogar de millones de bacterias, la llamada flora bacteriana o microbiota. Cada persona alberga unos 400 billones de bacterias de unas 400 especies distintas. En el colon puede haber hasta 1012 bacterias por mililitro de contenido, más del 95% del total de la microbiota humana. Se sabe que la flora intestinal tiene un impacto importante sobre la salud. Tiene efectos sobre la nutrición y el metabolismo, impide la entrada de microorganismos patógenos y ayuda a la protección del epitelio intestinal y al funcionamiento del sistema inmunológico. Además las bacterias del colon actúan sobre el contenido intestinal produciendo una gran cantidad de productos, incluyendo vitaminas, favoreciendo la absorción de calcio y la producción de ácidos grasos de cadena corta.
Los probióticos son alimentos o suplementos que contienen microorganismo vivos. Ayudan a mantener o mejorar las bacterias “buenas” (flora intestinal o microbiota normal) del organismo. Los prebióticos son alimentos (generalmente con alto contenido en fibra) que actúan como nutrientes para la microbiota humana. Promueven selectivamente el crecimiento y la actividad de algunas especies bacterianas.
Como todo lo que lleva el sello de “natural” o “vida” su simple nombre parece un aval de seguridad y eficacia. Si a esto le añadimos la presión de la industria farmacéutica, no es de extrañar que cada vez más pacientes pregunten por esos productos o los utilicen directamente sin consultar con un médico. Hay mucha investigación científica sobre el efecto de la flora intestinal sobre la salud humana. Sin embargo los posibles beneficios de los probióticos para los pacientes con colon irritable no se han demostrado hasta la fecha.
Dos de las más importantes sociedades científicas en Aparato Digestivo, la Asociación Gastroenterológica Americana -AGA- y el Colegio Americano de Gastroenterología han hecho revisiones recientes sobre la utilidad de los probióticos en el síndrome de intestino irritable.
- La AGA no recomienda el uso de probióticos para el tratamiento del síndrome de intestino irritable porque hasta la fecha no hay evidencia científica disponible que lo avale. En su Guía de Práctica Clínica sobre el uso de probióticos en enfermedades gastrointestinales aconsejan su uso en pacientes con síndrome de intestino irritable solamente en el contexto de un ensayo clínico.Esto se debe a que los estudios existentes hasta la fecha son muy heterogéneos en cuanto al diseño los objetivos y el tipo de probióticos utilizados. Llegan a esta conclusión después de analizar un total de 76 estudios aleatorizados y prospectivos con 44 cepas diferentes de probióticos. Concluyen que aunque hay un gran interés en el tema y los probióticos tienen un gran potencial para su uso como tratamiento del colon irritable se necesitan más estudios para clarificar si son útiles o no.
- Por su parte el American College of Gastroenterology ha publicado que no hay evidencia de un posible beneficio del uso de probióticos para el tratamiento de los síntomas del SII. El uso de probióticos en el tratamiento del SII es un área importante de investigación, dada la relevancia del microbioma intestinal en esta enfermedad. Sin embargo, interpretar la literatura existente es problemático debido al pequeño tamaño de los estudios hechos hasta la fecha, los múltiples tipos y cepas de probióticos, los beneficios inconsistentes sobre los síntomas individuales y la falta de ensayos rigurosos.
Por tanto , con la evidencia científica disponible en 2021 no podemos asegurar a los pacientes con colon irritable que tomar probióticos les vaya a ayudar en el tratamiento desubicados enfermedad.
- Si tiene hígado graso coma sano y haga ejercicio - 13 septiembre, 2023
- Se me hincha la barriga ¿Tendré SIBO? - 15 agosto, 2023
- Alergias alimentarias - 5 agosto, 2023