Hígado graso

El hígado graso no alcohólico -también llamado esteatosis hepática o enfermedad hepática metabólica grasa (EHMG) es hoy día la enfermedad crónica más frecuente del hígado. Afecta a una cuarta parte de la población adulta mundial.

La esteatohepatitis no alcohólica es la forma progresiva de EHMG. Aparece porque la lesión persistente de las células del hígado causada por el acúmulo de grasa –aún sin que haya otros factores como el consumo del alcohol- puede producir  fibrosis. En algunos casos, puede progresar a cirrosis e incluso cáncer del hígado. Entre los pacientes en lista para trasplante, el hígado graso es una causa cada vez más frecuente de carcinoma hepatocelular.

Debido a la estrecha asociación con el síndrome metabólico, los pacientes con hígado graso tienen un mayor riesgo de problemas cardiacos y otras enfermedades.

¿Cómo se diagnostica?

Debe sospecharse en pacientes con alteración de los análisis del hígado, especialmente si tienen sobrepeso, aumento del colesterol y/o los triglicéridos y son diabéticos.

A veces puede ser necesario hacer una biopsia hepática. Sin embargo, hay varias pruebas no invasivas para la identificación de los pacientes que tienen más riesgo de desarrollar complicaciones.

Ecografía abdominal, que permite identificar la presencia de grasa en el hígado.

El índice FIB-4 se hace combinando la edad de paciente con resultados de analítica (AST,ALT y plaquetas). Los pacientes con FIB-4 <1,3 tienen una baja probabilidad de tener fibrosis avanzada, por lo que se les puede hacer un seguimiento anual. 

Los que tienen FIB-4 entre 1,3 y 2,67 pueden beneficiarse de pruebas adicionales, como la elastografía -fibroscan- o resonancia magnética.Aquellos con FIB-4 >2.67 tienen un riesgo mayor de tener fibrosis avanzada. Los pacientes con fibrosis en etapa >2 son candidatos para tratamiento médico.

-La elastografía hepática o FibroScan es una técnica sencilla y rápida. Permite evaluar el grado de fibrosis y establecer el pronóstico de diversas enfermedades hepáticas. La fibrosis aparece en enfermades crónicas del hígado que producen complicaciones a largo plazo, como la cirrosis.

La elastografía no tiene ningún tipo de efecto secundario ni riesgo para el paciente. La prueba es indolora y sus resultados son inmediatos. Se utiliza un dispositivo similar a un micrófono, que se apoya debajo de las costillas del lado derecho del tórax, donde está la superficie hepática. Emite una onda vibratoria cuya transmisión se realiza mediante ultrasonidos. Así se obtiene una estimación de la elasticidad hepática, que guarda relación con el grado de fibrosis.

¿Cómo se trata?

Se debe hacer una dieta saludable y ejercicio de forma habitual. Una reducción de peso del 10% sería el objetivo en personas con sobrepeso y obesidad. Sin embargo, muchos pacientes pueden  mejorar incluso con un menor grado de pérdida de peso. 

A veces es difícil hacer cambios en el estilo de vida y algunos pacientes necesitarán tratamiento farmacológico.

Hay numerosos medicamentos que están en fase de estudio clínico. La Asociación Americana para el Estudio del Hígado recomienda ya el uso de algunos :

-vitamina E en pacientes no cirróticos y no diabéticos 

-pioglitazona para el tratamiento de pacientes diabéticos 

-liraglutida-semaglutida