Tengo colon irritable: ¿me ayudan los probióticos?

El colon irritable o síndrome de intestino irritable -SII- es una de las enfermedades por las que más frecuentemente se consulta a los especialistas en Aparato Digestivo. El SII ocasiona dolor abdominal junto con diarrea, estreñimiento o una combinación de ambos. Su naturaleza crónica y la falta de un tratamiento curativo se traduce en una gran pérdida de calidad de vida de los pacientes que lo padecen. A esto se añade el hecho de que no hay una prueba específica para diagnosticarlo. Por si esto fuera poco a fecha de hoy no existe un tratamiento curativo específico. La dieta baja en fodmap es una de las recomendaciones más habituales. 

Debido a que las causas del SII aún no se comprenden completamente  el tratamiento médico generalmente se basa en tratar los síntomas. Hay algunas teorías que relacionan alteraciones de la flora intestinal con el origen del SII, lo que ha llevado al uso de probióticos.

Los probióticos son microorganismos vivos (como bacterias y levaduras) que proporcionan beneficios para la salud. Se encuentran en algunos alimentos y también están disponibles como suplementos. Actúan principalmente en el aparato digestivo, donde pueden ayudar a mejorar las bacterias “buenas” del intestino, la denominada flora bacteriana o microbiota Los probióticos puede ayudar a proteger el aparato digestivo de microorganismos nocivos, a mejorar la digestión y la función intestinal, y además podrían proporcionar otros beneficios para la salud.

Por estos motivos se están utilizando probióticos para el tratamiento del colon irritable desde hace años. Sin embargo la pregunta es ¿son útiles de verdad los probióticos para el síndrome de intestino irritable?

En el número de noviembre de 2023 de Gastroenterology un grupo de médicos de Inglaterra, Canadá y Estados Unidos analizaron cual es la evidencia científica de la utilidad de los probióticos en el colon irritable. Tras una revisión exhaustiva de la literatura científica encontraron 82 publicaciones, que contenían 10.332 pacientes. Sólo 24 estudios tuvieron bajo riesgo de sesgo. Para los síntomas globales, hubo una certeza moderada en la evidencia de un beneficio de las cepas de Escherichia, una certeza baja para las cepas de Lactobacillus y Lactobacillus plantarum 299V, y una certeza muy baja para los probióticos combinados, LacClean Gold S, Duolac 7s y cepas de Bacillus. Para el dolor abdominal, hubo una certeza baja en la evidencia sobre un beneficio de las cepas de Saccharomyces cerevisae I-3856 y Bifidobacterium, y una certeza muy baja para la combinación de probióticos, cepas de Lactobacillus, Saccharomyces y Bacillus. Para la hinchazón o distensión abdominal hubo una certeza muy baja en la evidencia sobre un beneficio de la combinación de probióticos y cepas de Bacillus. El riesgo relativo de experimentar cualquier evento adverso, en 55 ensayos, que incluyeron a más de 7000 pacientes, no fue significativamente mayor con los probióticos.

Las conclusiones de los autores es que  este metanálisis de 82 ensayos, que contiene datos de más de 10 000 pacientes, ha demostrado evidencia de certeza moderada, baja o muy baja sobre el beneficio de varios probióticos individuales, o combinaciones de probióticos, para pacientes con SII.