Cómo se ve un esófago de Barrett

El esófago de Barrett es una alteración que aparece por el daño repetido y mantenido en el tiempo del ácido del estómago refluyendo hacia el esófago, el denominado reflujo gastro esofágico (ERGE). En la gente con reflujo el esófago está expuesto a cantidades demasiado grandes de ácido del estómago. Por este motivo las células de la parte inferior del esófago pueden cambiar para proteger al esófago de esa exposición al ácido. Ese cambio produce el esófago de Barrett, que tiene el potencial de acabar desarrollando un cáncer. La mayor parte de la gente con reflujo jamás desarrollará un Barrett, pero algunas lo pueden hacer.

 El esófago de Barrett se suele dividir en corto y largo, según que la longitud del cambio de la piel esofágica sea menor o mayor de 3 cm. El riesgo de displasia y cáncer es mucho menor en pacientes con esófago de Barrett corto. En el vídeo se ve un paciente con esófago de Barrett largo.

Además del reflujo de larga duración se ha visto que hay otros factores que aumentan la probabilidad de tener Barrett. Es más común a partir de los 50-55 años ,en hombres en fumadores y en gente con obesidad. El esófago de Barrett no produce síntomas por sí mismo, pero se pueden tener molestias causadas por el reflujo:

  • Sensación de quemor en el pecho
  • Ardor o un sabor ácido en la garganta
  • Vómitos después de comer
  • Dificultad para tragar

La endoscopia digestiva alta (gastroscopia) es la prueba que permite al médico saber si un paciente tiene o no un esófago de Barrett. En dicha prueba se observan cambios en el color de la piel del esófago. Si se sospecha un Barrett el médico tomará biopsias durante la endoscopia para confirmar o descartar el diagnóstico. Estas biopsias, que son pequeñas muestras de tejido, serán analizadas al microscopio posteriormente por otro médico, un patólogo, que nos dirá si el paciente tiene o no un esófago de Barrett.

Para tratar un Barrett se debe:

  • Tratar el reflujo gastro esofágico
  • Hacer un seguimiento para detectar posible displasia
  • Tratar la displasia, si existe

El esófago de Barrett se trata cortando el reflujo de ácido desde el estómago. Esto no cura el Barrett pero evita que empeore. Debe impedirse que aparezca el reflujo y no limitarse simplemente a tratarlo después que da las molestias. Se deben seguir medidas dietéticas  y tomar un inhibidor de la bomba de protones, como el omeprazol o derivados. Pueden ser necesarias otras técnicas como radiofrecuencia o mucosectomía para tratar el Barrett.

En algunas ocasiones puede llegar a operarse al paciente para controlar el reflujo. Sin embargo la operación no hace desaparecer el Barrett, aunque puede evitar el tener que tomar tratamiento. Tampoco disminuye el riesgo de cáncer asociado al Barrett.

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